Historias marrones, áridas y erosionadas, donde la vida resurge con más fuerza a partir de muy poco y las especies generalistas no se atreven a crecer.
Y ese fue el detonante que sacó a relucir tus miserias cuado casi todo parecía virtud. Una vida llena de felicidades aparentes, falta de amor y repleta de soledad inherente. Completamente rechazable, casi repugnante, desde cualquiera de tus puntos de observación.
Ahora, arréglatelas solo para intentar manejar esta situación incontrolable.